No busques màs

He atrapado a ese pequeño bastardo que llamas DIOS, lo tengo atado de pies y manos, cual marrano apunto de morir. Implorando que lo deje ir, sus ojos se pintan cristalinos, con el llanto habitando en ellos.

Acerco lentamente mi aliento, escucha mi jadeo exclamando el deseo de su muerte, el solo se encoje de hombros, temblando cada vez mas, gimiendo y suprimiendo su llanto.

Lame sus heridas causadas por el cuchillo oxidado que yace entre mis manos. Nunca lo mataré pues eres el fruto de mi odio, torturare tu ser hasta talvez hacerlo perecer, pero no esperes morir antes de que yo lo ordene. Soy Belial amo de tus hijos, que buscan la manera de llegar a ti.

Yo te he encontrado y solo pienso en tu muerte, en lo vil de tu existencia; solo muere y vuelve a donde nunca debiste haber salido.